martes, 24 de marzo de 2020

Consideraciones ante la pandemia de Covid-19


Ante los excepcionales momentos que vivimos debido a la crisis sanitaria provocada por la pandemia de Covid-19, desde la Plataforma Navarra de Salud, siendo conscientes de que la complejidad de la situación hace difícil su análisis completo, queremos hacer algunas consideraciones:

1- Se está evidenciando la necesidad y la suerte que tenemos como sociedad de contar con una sanidad pública universal de calidad, algo que deberemos seguir recordando una vez esta crisis pase. Ni los seguros privados de salud ni las clínicas privadas están siendo ni van a ser herramientas útiles para una situación en la que no hay oportunidad de lucro. Respecto a este aspecto, debemos denunciar que si bien se han tomado con firmeza medidas oportunas que restringen libertades individuales para garantizar el confinamiento, no parece que exista la misma determinación para tomar las riendas de los recursos sanitarios privados ni  para la razonable paralización de la actividad económica no esencial.


2- Se evidencia, de igual manera, que las medidas de salud pública, la Atención Primaria y la toma de conciencia de la población en el sostenimiento de la salud colectiva resultan esenciales, la herramienta más poderosa que tenemos en este momento contra el coronavirus. Se están llevando a cabo potentes campañas de salud pública, con una fuerte complicidad social. Esta sería una dinámica a mantener en el tiempo no para afrontar una problemática concreta como la actual sino en beneficio de una mejor salud de la población, una salud menos medicalizada, más consciente e informada.

3- En lo que se refiere al mundo del trabajo, siempre hemos defendido que la salud esté por encima de los intereses de aumento del beneficio empresarial por lo que hemos denunciado el papel de las Mutuas patronales. Ahora, vemos que por ahora el Gobierno y muchas empresas siguen priorizando el mantenimiento de la actividad a la protección de la salud y la vida de las plantillas, algo que debemos rechazar como sociedad. Las mutuas parecen estar ausentes en esta guerra contra el coronavirus. La responsabilidad de que esto ocurra es de la Seguridad Social y del Gobierno, incapaces de proceder a integrar las mutuas en el Sistema Público de Salud para más allá de realizar sus tareas de atención a personas accidentadas o enfermadas por el trabajo, ponerlas a hacer prevención superando el actual sistema preventivo privado y ajeno a las empresas que está mostrando su tremenda debilidad.

4- Respecto a los colectivos más vulnerables:

Ancianas y ancianos: por una parte se ha podido constatar el gran papel social que ejercen en los cuidados y las consecuencias sociales al no poder confiarles en estos momentos el cuidado de niñas y niños. Por otra parte, se está viendo a las claras la precariedad laboral y de medios que se da en los centros socio-sanitarios en los que las personas mayores pasan sus últimos años de vida. Estos dos hechos muestran la gran carencia de recursos para atender las edades más tempranas y la inadecuación de la privatización de los cuidados de las edades más avanzadas de la vida.

Migrantes: tras años de reclamar una sanidad para todos y todas, sin exclusiones, nos abochorna ver cómo ahora se cuenta con personas migrantes a las que no se ha dado posibilidad de convalidar sus títulos, anunciando además que una vez pasada la crisis sus títulos volverán a no servir.

Personas presas y CIES: recordemos que recientemente en la cárcel de Pamplona han pasado un tiempo sin asistencia médica, lo que no es sino un ejemplo de la vulnerabilidad de estas personas en lo que a su salud se refiere. Ya es momento de que el Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea asuma también la atención a la salud en la cárcel. Mención aparte se merecen los centros de internamiento para extranjeros en los que se da hacinamiento y reclusión injustificada.

5- Respecto al papel del ejército simplemente decir que no podemos permitir que se aproveche esta situación de miedo para hacer valer uno de los pilares del estado más cuestionado socialmente, el ejército. Las simbólicas acciones que propagandísticamente están llevando a cabo no justifican el despilfarro económico destinado a gastos militares. Todo ese dinero se debe destinar a gasto social. No necesitamos escopetas en esta crisis, para desinfectar edificios y calles no hace falta saber desfilar.

6- Sobre el cuestionamiento de grupos étnicos y naciones sobre su responsabilidad en la extensión de la enfermedad, queremos manifestar nuestra más enérgica repulsa. No podemos permitir la injustificada búsqueda de chivos expiatorios cuando lo que debemos hacer es reflexionar sobre la insostenible manera en la que hemos permitido que funcione un mundo globalizado en el que es posible que en el período de tres meses un contagio local se pueda extender por todo el mundo. Si no cambiamos, de mano del cambio climático, ésta no será la última crisis sanitaria global que vivamos.

Creemos que en los actuales tiempos debemos redoblar nuestros intentos de reflexionar y de mantener una mirada crítica a la vez que constructiva pues sabemos que el aturdimiento puede ser aprovechado por las élites, quienes no piensan sino en sus intereses particulares. Por eso hemos querido compartir nuestro análisis y animamos a toda la sociedad a defender la necesidad de poner la vida en el centro de las políticas sobre cualquier otro aspecto.

Nafarroako Osasun Plataforma /Plataforma Navarra de Salud

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