Defendamos la Sanidad Pública-Mejora condiciones de trabajo
Todos los gobiernos desde la aprobación de la Ley
General de Sanidad en 1986, en realidad han contenido el desarrollo
del sistema sanitario público y han desarrollado políticas
favorecedoras de su privatización.
Previamente a la pandemia el sistema sanitario
público estaba muy debilitado debido a los sucesivos recortes en los
recursos públicos aplicados como fórmula de salida a la crisis
iniciada en 2008 y al mantenimiento de las estrategias
privatizadoras.
El sistema sanitario, desde su nacimiento, no se
apoyó en una voluntad política de desarrollo en aspectos centrales
como: Sistema público único, basado en Atención Primaria,
equitativo en ámbito rural y urbano, de atención integral, de
orientación preventiva y de salud pública, integrador de todos los
recursos sanitarios públicos, enfrentado a las desigualdades
sociales, de desarrollo e investigación, etc.
Quien más ha sufrido esos recortes ha sido la
Atención Primaria. La pandemia ha agudizado la crisis del sistema
sanitario público y ha llevado al agotamiento profesional y a muchas
personas usuarias a la desesperación. El sistema privado, con la
permisividad del gobierno, sólo ha asomado la cabeza cuando ha
oteado beneficios económicos (industria farmacéutica, derivaciones,
comercio de EPI, test diagnósticos, etc.)