Organizan: Plataforma Navarra de Salud/Nafarroako Osasun Plataforma y la Asociación para la Defensa de la Salud Pública de Navarra/Nafarroako Osasun Publikoaren Elkartea
El 7 de marzo se llevará a cabo, en el Parlamento de Navarra, el debate definitivo y su posterior aprobación del Proyecto de Ley Foral de Presupuestos Generales de Navarra para el ejercicio 2024.
Para el análisis de dicho presupuesto se ha tomado como referencia los SEIS puntos de la moción que presentamos el año pasado entre los Ayuntamientos de Navarra con más de 2.000 habitantes y que supuso el apoyo de un 46,5 % de las ciudadanas/os de Navarra.
Nuestro objetivo era y es blindar y reforzar derechos de la ciudadanía ante el Sistema Público de Salud frente a las agresivas estrategias de debilitamiento y privatización en todos los espacios (salud laboral, salud mental, modelo farmacéutico, aseguramiento privado, la concertación con centros privados, etc.) o la desidia intencionada de quienes tienen la responsabilidad de gestionar el sistema público de salud.
Por eso, reclamamos nuevamente al Gobierno y al Parlamento de Navarra compromiso para:
-Reforzar la Atención Primaria y la Salud Pública porque es donde se promueve una atención integral, centrada en la persona, la familia y la comunidad, enfocada a abordar los determinantes sociales de la salud que junto con la accesibilidad y la continuidad asistencial por el mismo equipo sanitario (longitudinalidad) mejora el diagnóstico, disminuye los ingresos hospitalarios, y aumenta la esperanza de vida. El desarrollo de la salud pública debe realizarse en gran medida desde los Centros de Salud que por falta de recursos se muestran hoy en día incapaces de hacerlo.
-El cese de derivaciones y conciertos con la sanidad privada. Esto no es un alegato contra la sanidad privada pero sí contra su parasitación del sistema público que, desde la manida colaboración público-privada, impide el desarrollo de servicios básicos como cuidados paliativos, trasplantes, la salud bucodental, la salud mental, o la salud laboral en el sistema público de salud.
-La consolidación de las plantillas. Hay que disminuir la temporalidad y crear condiciones de trabajo dignas para fidelizar a la totalidad de profesionales de Osasunbidea y eso requiere realizar actuaciones de planificación y gestión de los recursos existentes que mejorarán la prevención de la enfermedad, el cuidado de la salud y la gestión clínica. No caben soluciones fáciles, que han mostrado ya su evidente fracaso, como el aumento desmesurado de la productividad o las peonadas.
-Creación de un modelo de atención a las personas mayores de carácter público. El modelo actual de cuidados es caro, ineficiente e injusto, y no tiene en cuenta el entorno de vida de las personas. Además, estamos sustentando con dinero público los negocios de fondos de inversión y multinacionales a costa de unas penosas condiciones de empleo de las plantillas que repercuten negativamente en la calidad del servicio prestado en las residencias.
-Reformulación y fortalecimiento del sistema de Salud Mental con su reorientación hacia la prevención. No es aceptable que a día de hoy no exista, tal y como concluyó la Cámara de Comptos en su informe de fiscalización sobre Salud Mental, una oferta pública suficiente de recursos de atención, provocando una situación deficitaria que el Gobierno de Navarra trata de solventar con la privatización de los servicios.
-Elaboración participativa de una nueva Ley Foral de Salud. La actual fue aprobada en 1990, hace 33 años. Una nueva ley que garantice el derecho a la universalidad, antes avalado por el artículo 11 de la Ley Foral 17/2010 que fue derogado, que ponga freno a las normas privatizadoras tales como la Ley 15/97 o el art. 90 de la Ley General de Sanidad y que incluya cambios normativos aprobados en estos años asociados a derechos como la muerte digna, entre otros.
Queremos resaltar además otros dos temas: la salud laboral y la fiscalidad de Navarra.
En materia de salud laboral los presupuestos son conservadores y expresan la indefinición sobre la eliminación segura del amianto de edificios, naves, canalizaciones etc.., así como gasta millonarias partidas para financiar programas de salud laboral demostradamente ineficaces acordados en la mesa de diálogo social.
Respecto a la fiscalidad, Navarra tiene una limitada pero cierta capacidad para crear una fiscalidad propia, más justa, solidaria y progresiva que a su vez genere unos presupuestos más sociales que los elaborados en los últimos años. Sin embargo, Navarra sigue aplicando la misma política fiscal que la EU y el estado español, que ha generado las mayores desigualdades sociales de nuestra época. El peso fiscal no puede recaer en el IRPF de rendimientos de trabajo, y ya es hora de que el Parlamento de Navarra se comprometa a revisar exhaustivamente su política fiscal para tener en los próximos años los presupuestos que nos merecemos, presupuestos más equitativos y solidarios.
COMO SE ORIENTAN LOS PRESUPUESTOS DE 2024 A ESTOS OBJETIVOS
El gasto inicial propuesto para el Departamento de Salud es de 1.465.759.735 €, que supone un crecimiento del 10%, el mayor de los últimos 10 años.
Siendo importante este crecimiento sigue siendo insuficiente. Esperamos que el incremento se mantenga en el tiempo para poder recuperar el déficit histórico acumulado que ha tenido la financiación de los servicios públicos de salud y que pone en grave compromiso su supervivencia.
Ahora bien, si comparamos este presupuesto inicial para 2024 con el presupuesto consolidado a fecha de 31 de diciembre de 2023, 1.428.444.000 €, lo realmente gastado, el crecimiento no es tanto ya que el crecimiento real del departamento es apenas un 3%.
Nos parece importante remarcar que, a la vista del análisis de las diferentes partidas, no parece que se estén corrigiendo algunos de los déficits estructurales que presenta nuestro Sistema Público de Salud, como el reforzamiento de la Atención Primaria y la Salud Pública con la necesaria dotación de personal, de recursos económicos, materiales y organizativos, de carácter básicamente presencial, orientada hacia el fortalecimiento de la salud comunitaria.
Así tenemos que, la Atención Primaria crece un 11,8%, que es un crecimiento superior al de los Hospitales (5,4%) o Salud Mental (4,9%), pero su peso dentro del presupuesto total no varía, y alcanza el 14,4%, similar a años anteriores, lejos del 20-25% que se revindica para conseguir una AP accesible y de calidad y universal. Seguimos teniendo un sistema centrado en lo hospitalario y que no se plantea ningún tipo de actuación para ser más eficiente, moderno y adecuado a las necesidades actuales.
El gasto en personal tiene un crecimiento importante (14,8%), que es general en todos los ámbitos, pero por ahora resulta difícil saber si se orienta a cubrir déficits de plantilla y a la incorporación de nuevos perfiles profesionales, necesarios sobre todo en AP, o meramente se trata de pagar complementos por hacer lo mismo o pagar peonadas. Es importante el crecimiento que tienen las partidas destinadas a productividad, de un 76,3%,
El gasto farmacéutico elevado es otro de los datos que nos orienta a la ausencia de los cambios estructurales necesarios. El peso que sigue teniendo este gasto en el presupuesto total, es el 21,8%, y crece respecto al año anterior un 9%.
Tampoco se observan grandes cambios en los gastos por conciertos. Crecen un 8,8%, y mantienen su peso en el total del gasto en el 6,7%. Se apuesta por la” colaboración” público-privada, cuando en realidad es la descapitalización del sistema sanitario público en favor de negocios privados.
Destaca un año más el crecimiento del concierto con el Centro Josefina Arregui de Altsasu que se incrementa un 33%.
También, se ve incrementada en un 7,4%. la partida para media estancia y cuidados paliativos del Hospital San Juan de Dios.
Atención Primaria recupera parte de las partidas destinadas a inversiones, dirigidas a la remodelación y construcción de nuevos centros de salud tan necesarias y que se habían reducido mucho en años anteriores, ya que la compra de equipos e instalaciones del departamento se centró en el Hospital Universitario de Navarra, gran beneficiario de los fondos europeos. A pesar de este incremento en AP, las partidas destinadas a inversiones apenas suponen el 15% del total de estas, frente a las hospitalarias que suponen el 40%.
Para terminar algunos comentarios sobre la formación y la investigación.
Se echa en falta una verdadera apuesta por la formación de profesionales y que sea menos dependiente de la que promueve la industria, Las partidas destinadas a formación apenas llegan al 0,07% del gasto total, y resulta llamativo que mientras el gasto en formación del Hospital Universitario de Navarra crece un 28%, el de Atención Primaria no crece nada.
El gasto en investigación tiene un crecimiento importante, del 19,3%, y destacan las partidas asignadas a la Fundación Miguel Servet y al Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdiSNA), que esperamos que no vayan en la línea de descapitalizar la investigación del sector público que denunciaba recientemente la Oficina Anticorrupción de Navarra.
En conclusión:
-Hay un incremento importante del presupuesto de gastos del Departamento de Salud, que sigue siendo insuficiente para corregir el déficit de financiación de los últimos años y que nos permita consolidar un Sistema Público de Salud, sólido y de calidad.
-La estructura presupuestaria nos muestra que no se acometen unas verdaderas reformas estructurales, con una Atención Primaria que no incrementa su peso en el conjunto del sistema y que por el contrario sigue teniendo al Hospital como centro, sin cambios que reorienten este a cubrir las necesidades de la población.
-No se observa que exista una voluntad para corregir actuaciones poco eficientes y con alto impacto en el gasto, como puede ser el consumo de fármacos o el mantenimiento de los conciertos para actividades que pueden desarrollarse dentro del Sistema Público de Salud.
-Tampoco se observa una apuesta decidida por corregir las deficiencias para impulsar una formación de calidad y un verdadero impulso a la investigación dentro del Sistema Público de Salud, que estén orientadas al mejor conocimiento y mejora de la salud de la población.
Para el análisis de dicho presupuesto se ha tomado como referencia los SEIS puntos de la moción que presentamos el año pasado entre los Ayuntamientos de Navarra con más de 2.000 habitantes y que supuso el apoyo de un 46,5 % de las ciudadanas/os de Navarra.
Nuestro objetivo era y es blindar y reforzar derechos de la ciudadanía ante el Sistema Público de Salud frente a las agresivas estrategias de debilitamiento y privatización en todos los espacios (salud laboral, salud mental, modelo farmacéutico, aseguramiento privado, la concertación con centros privados, etc.) o la desidia intencionada de quienes tienen la responsabilidad de gestionar el sistema público de salud.
Por eso, reclamamos nuevamente al Gobierno y al Parlamento de Navarra compromiso para:
-Reforzar la Atención Primaria y la Salud Pública porque es donde se promueve una atención integral, centrada en la persona, la familia y la comunidad, enfocada a abordar los determinantes sociales de la salud que junto con la accesibilidad y la continuidad asistencial por el mismo equipo sanitario (longitudinalidad) mejora el diagnóstico, disminuye los ingresos hospitalarios, y aumenta la esperanza de vida. El desarrollo de la salud pública debe realizarse en gran medida desde los Centros de Salud que por falta de recursos se muestran hoy en día incapaces de hacerlo.
-El cese de derivaciones y conciertos con la sanidad privada. Esto no es un alegato contra la sanidad privada pero sí contra su parasitación del sistema público que, desde la manida colaboración público-privada, impide el desarrollo de servicios básicos como cuidados paliativos, trasplantes, la salud bucodental, la salud mental, o la salud laboral en el sistema público de salud.
-La consolidación de las plantillas. Hay que disminuir la temporalidad y crear condiciones de trabajo dignas para fidelizar a la totalidad de profesionales de Osasunbidea y eso requiere realizar actuaciones de planificación y gestión de los recursos existentes que mejorarán la prevención de la enfermedad, el cuidado de la salud y la gestión clínica. No caben soluciones fáciles, que han mostrado ya su evidente fracaso, como el aumento desmesurado de la productividad o las peonadas.
-Creación de un modelo de atención a las personas mayores de carácter público. El modelo actual de cuidados es caro, ineficiente e injusto, y no tiene en cuenta el entorno de vida de las personas. Además, estamos sustentando con dinero público los negocios de fondos de inversión y multinacionales a costa de unas penosas condiciones de empleo de las plantillas que repercuten negativamente en la calidad del servicio prestado en las residencias.
-Reformulación y fortalecimiento del sistema de Salud Mental con su reorientación hacia la prevención. No es aceptable que a día de hoy no exista, tal y como concluyó la Cámara de Comptos en su informe de fiscalización sobre Salud Mental, una oferta pública suficiente de recursos de atención, provocando una situación deficitaria que el Gobierno de Navarra trata de solventar con la privatización de los servicios.
-Elaboración participativa de una nueva Ley Foral de Salud. La actual fue aprobada en 1990, hace 33 años. Una nueva ley que garantice el derecho a la universalidad, antes avalado por el artículo 11 de la Ley Foral 17/2010 que fue derogado, que ponga freno a las normas privatizadoras tales como la Ley 15/97 o el art. 90 de la Ley General de Sanidad y que incluya cambios normativos aprobados en estos años asociados a derechos como la muerte digna, entre otros.
Queremos resaltar además otros dos temas: la salud laboral y la fiscalidad de Navarra.
En materia de salud laboral los presupuestos son conservadores y expresan la indefinición sobre la eliminación segura del amianto de edificios, naves, canalizaciones etc.., así como gasta millonarias partidas para financiar programas de salud laboral demostradamente ineficaces acordados en la mesa de diálogo social.
Respecto a la fiscalidad, Navarra tiene una limitada pero cierta capacidad para crear una fiscalidad propia, más justa, solidaria y progresiva que a su vez genere unos presupuestos más sociales que los elaborados en los últimos años. Sin embargo, Navarra sigue aplicando la misma política fiscal que la EU y el estado español, que ha generado las mayores desigualdades sociales de nuestra época. El peso fiscal no puede recaer en el IRPF de rendimientos de trabajo, y ya es hora de que el Parlamento de Navarra se comprometa a revisar exhaustivamente su política fiscal para tener en los próximos años los presupuestos que nos merecemos, presupuestos más equitativos y solidarios.
COMO SE ORIENTAN LOS PRESUPUESTOS DE 2024 A ESTOS OBJETIVOS
El gasto inicial propuesto para el Departamento de Salud es de 1.465.759.735 €, que supone un crecimiento del 10%, el mayor de los últimos 10 años.
Siendo importante este crecimiento sigue siendo insuficiente. Esperamos que el incremento se mantenga en el tiempo para poder recuperar el déficit histórico acumulado que ha tenido la financiación de los servicios públicos de salud y que pone en grave compromiso su supervivencia.
Ahora bien, si comparamos este presupuesto inicial para 2024 con el presupuesto consolidado a fecha de 31 de diciembre de 2023, 1.428.444.000 €, lo realmente gastado, el crecimiento no es tanto ya que el crecimiento real del departamento es apenas un 3%.
Nos parece importante remarcar que, a la vista del análisis de las diferentes partidas, no parece que se estén corrigiendo algunos de los déficits estructurales que presenta nuestro Sistema Público de Salud, como el reforzamiento de la Atención Primaria y la Salud Pública con la necesaria dotación de personal, de recursos económicos, materiales y organizativos, de carácter básicamente presencial, orientada hacia el fortalecimiento de la salud comunitaria.
Así tenemos que, la Atención Primaria crece un 11,8%, que es un crecimiento superior al de los Hospitales (5,4%) o Salud Mental (4,9%), pero su peso dentro del presupuesto total no varía, y alcanza el 14,4%, similar a años anteriores, lejos del 20-25% que se revindica para conseguir una AP accesible y de calidad y universal. Seguimos teniendo un sistema centrado en lo hospitalario y que no se plantea ningún tipo de actuación para ser más eficiente, moderno y adecuado a las necesidades actuales.
El gasto en personal tiene un crecimiento importante (14,8%), que es general en todos los ámbitos, pero por ahora resulta difícil saber si se orienta a cubrir déficits de plantilla y a la incorporación de nuevos perfiles profesionales, necesarios sobre todo en AP, o meramente se trata de pagar complementos por hacer lo mismo o pagar peonadas. Es importante el crecimiento que tienen las partidas destinadas a productividad, de un 76,3%,
El gasto farmacéutico elevado es otro de los datos que nos orienta a la ausencia de los cambios estructurales necesarios. El peso que sigue teniendo este gasto en el presupuesto total, es el 21,8%, y crece respecto al año anterior un 9%.
Tampoco se observan grandes cambios en los gastos por conciertos. Crecen un 8,8%, y mantienen su peso en el total del gasto en el 6,7%. Se apuesta por la” colaboración” público-privada, cuando en realidad es la descapitalización del sistema sanitario público en favor de negocios privados.
Destaca un año más el crecimiento del concierto con el Centro Josefina Arregui de Altsasu que se incrementa un 33%.
También, se ve incrementada en un 7,4%. la partida para media estancia y cuidados paliativos del Hospital San Juan de Dios.
Atención Primaria recupera parte de las partidas destinadas a inversiones, dirigidas a la remodelación y construcción de nuevos centros de salud tan necesarias y que se habían reducido mucho en años anteriores, ya que la compra de equipos e instalaciones del departamento se centró en el Hospital Universitario de Navarra, gran beneficiario de los fondos europeos. A pesar de este incremento en AP, las partidas destinadas a inversiones apenas suponen el 15% del total de estas, frente a las hospitalarias que suponen el 40%.
Para terminar algunos comentarios sobre la formación y la investigación.
Se echa en falta una verdadera apuesta por la formación de profesionales y que sea menos dependiente de la que promueve la industria, Las partidas destinadas a formación apenas llegan al 0,07% del gasto total, y resulta llamativo que mientras el gasto en formación del Hospital Universitario de Navarra crece un 28%, el de Atención Primaria no crece nada.
El gasto en investigación tiene un crecimiento importante, del 19,3%, y destacan las partidas asignadas a la Fundación Miguel Servet y al Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdiSNA), que esperamos que no vayan en la línea de descapitalizar la investigación del sector público que denunciaba recientemente la Oficina Anticorrupción de Navarra.
En conclusión:
-Hay un incremento importante del presupuesto de gastos del Departamento de Salud, que sigue siendo insuficiente para corregir el déficit de financiación de los últimos años y que nos permita consolidar un Sistema Público de Salud, sólido y de calidad.
-La estructura presupuestaria nos muestra que no se acometen unas verdaderas reformas estructurales, con una Atención Primaria que no incrementa su peso en el conjunto del sistema y que por el contrario sigue teniendo al Hospital como centro, sin cambios que reorienten este a cubrir las necesidades de la población.
-No se observa que exista una voluntad para corregir actuaciones poco eficientes y con alto impacto en el gasto, como puede ser el consumo de fármacos o el mantenimiento de los conciertos para actividades que pueden desarrollarse dentro del Sistema Público de Salud.
-Tampoco se observa una apuesta decidida por corregir las deficiencias para impulsar una formación de calidad y un verdadero impulso a la investigación dentro del Sistema Público de Salud, que estén orientadas al mejor conocimiento y mejora de la salud de la población.
Febrero de 2024/2024ko Otsaila
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