Médicos del Mundo. 21 de Junio de
2016,
Imagen de Olmo Calvo del equipo de Médicos del Mundo Grecia prestando atención sanitaria en las instalaciones Olímpicas abandonadas de Atenas donde hay miles de refugiados viviendo. |
Europa desatiende las necesidades fundamentales de miles de personas refugiadas
En un contexto de crisis humana sin precedentes, el pasado 20 de junio, dedicado a todas las personas refugiadas, nos recordaba que
tanto el derecho humanitario internacional como el derecho de asilo
están siendo ultrajados de forma cotidiana en Europa.
Nuestra organización,
asociación médica de solidaridad internacional que ayuda a estas
personas desde hace casi 40 años, está alarmada por su gran
vulnerabilidad en sus países de origen, en los países de acogida y
en las rutas migratorias. Principalmente en Grecia, donde transitan
cientos de miles de personas refugiadas.
Desde la entrada en
vigor del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía el
pasado 18 de marzo, 50.000 personas refugiadas están
bloqueadas en Grecia y sobreviven en condiciones sanitarias
degradantes. Frente a esta crisis, la red europea de Médicos del
Mundo ha movilizado y reforzado sus equipos médicos.
Presente en 28 lugares
diferentes en Grecia, interviniendo directamente en los campos
gracias a las clínicas móviles, nuestra organización realiza cada
día centenares de consultas médicas y psicológicas.
En 2015,
se realizaron más de 30.000 consultas en Lesbos y Chios;
14.000 en Idomeni. Hemos atendido con prioridad a las
personas más vulnerables, siempre numerosas, como mujeres
embarazadas, niños y niñas, personas heridas o con enfermedades
crónicas.
Con el objetivo de dar
una mejor respuesta a las necesidades fundamentales de estas
personas, hemos llevado a cabo también un estudio, procedentes
principalmente de Siria. El 86% de las personas
interrogadas declararon haber sufrido violencia en su país de origen
y/o en el trayecto de su ruta migratoria. Los más jóvenes
huyeron escapando de un enrolamiento militar forzoso, las mujeres
solas con niños, sin protección, buscando encontrarse con su
familia instalada en Europa.
En Turquía,
país por el cual transitan, algunas personas refugiadas se
han visto obligadas a pagar 500 dólares para poder acceder a un
campo de refugio. Entre las personas que lograron encontrar
un trabajo, la gran mayoría ha recibido un salario un 30% inferior
que una persona trabajadora de nacionalidad turca. Hemos
registrado numerosos casos de violencia por parte de la policía
turca.
Todas estas
experiencias traumáticas tienen consecuencias dramáticas para estas
personas. El estado de salud psíquica y mental de aquellas personas
que han logrado llegar a la Unión Europea vía Grecia sobreviviendo
a la travesía de 10 kilómetros, está muy degradada. Solamente el
14% de estas personas declaran encontrarse con buena salud, cuando
más de las tres cuartas partes de personas refugiadas
recibidas en nuestras clínicas consideran que están sufriendo
psicológicamente. Las que permanecen en Grecia sobreviven
acampadas en campos a cielo abierto con grandísimas necesidades
médicas.
Ante esta situación,
continuamos condenando el acuerdo UE-Turquía, que
viola el derecho de asilo y los Convenios de Ginebra. Las personas
refugiadas toman cada vez más riesgos para tratar de llegar a esta
fortaleza en la que se ha convertido Europa y el número de personas
muertas es inaceptable. Reiteramos la urgente necesidad de abrir vías
legales y de garantizar a todas estas personas la posibilidad de
solicitar asilo en el país de su elección. La Unión
Europea debe respetar los derechos fundamentales de las personas
refugiadas, garantizando a lo largo de la ruta migratoria la
protección especial de mujeres, niños y niñas, que ahora son la
mayoría.
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