jueves, 27 de diciembre de 2018

SKOLAE, un activo para ganar salud


Está probado que la salud es el fruto de la interacción de múltiples determinantes, incluidos factores genéticos, maneras de vivir, de relacionarse, de alimentarse o de conducir, estilos de ocio, redes sociales de apoyo comunitarias y múltiples condiciones socioeconómicas, laborales, culturales y ambientales.

También el desarrollo de la propia identidad, cómo se realiza la socialización de chicos y chicas, las formas de vivirse como hombre o mujer y de vivir la sexualidad, las posiciones que hombres y mujeres ocupan en la vida pública y en la privada y su participación en las decisiones, etc. hacen ganar o perder salud.

La prevención y mejora de la salud individual y colectiva requiere trabajar a lo largo de las diferentes etapas de la vida y en los diferentes espacios en que se nace, crece, estudia, se divierte, trabaja, etc. desde una perspectiva amplia de salud física, emocional y social.

La coeducación y educación afectivo – sexual son básicas para que en cada edad chicos y chicas desarrollen recursos y habilidades que les permitan entender y manejar las situaciones vitales de todo tipo que les toque vivir: amistad, enamoramiento, ocio, familia, discriminación, violencia... y prevenir enfermedades y conductas de riesgo, pudiendo así desarrollarse plenamente y vivir de manera satisfactoria, positiva y saludable, ganando salud.

La sociedad actual que les toca vivir caracterizada por la diversidad familiar y afectivo-sexual, nuevas formas de vida, múltiples informaciones y contactos a través de redes sociales y teléfono móvil, varias parejas sexuales, “sexualización” de la publicidad, visibilización de abusos y violencia sexual, etc. hace todavía más necesaria la educación afectivo – sexual en igualdad y requiere educación en todos los escenarios posibles: familia, centros educativos, centros de salud, centros de salud sexual y reproductiva, espacios de ocio, etc. en la senda que ya llevan años caminando muchos países de Europa.

Eskolae incluye 4 aprendizajes: El aprendizaje de la crítica y responsabilidad frente a la desigualdad: la autonomía e independencia personal, El aprendizaje del liderazgo, empoderamiento y participación social y el aprendizaje de la sexualidad y buen trato, para que chicos y chicas puedan avanzar en su proyecto propio, desde la libertad y la diversidad de opciones, sin condicionantes de género, aprendiendo a identificar las desigualdades, a luchar contra ellas y a ejercer su derecho a la igualdad en el ámbito de su cultura, religión, clase social, situación funcional, etc. ¿Quién se puede negar a ello?

Que las familias quieran desarrollar la coeducación y la educación afectivo – sexual en el hogar, es una alternativa loable. Pero si chicas y chicos van a tener interinfluencias sí o sí en el ámbito educativo y otros ámbitos, ¿por qué desperdiciar la oportunidad y experiencia de este espacio? Hoy por hoy un importante número de jóvenes declara falta de información y educación sexual o utilizar como fuentes sus búsquedas en internet, la televisión o la pornografía y sufren las consecuencias asociadas a ello. ¿Dónde queda el derecho de la infancia a su educación?

Plataforma Navarra de Salud/Nafarroako Osasun Plataforma
Pamplona/Iruñea, 27 de diciembre de 2018.

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