Desde la Asociación para la Defensa de Salud Pública de Navarra- Nafarroako Osasun Publikoaren Aldeko Elkartea, ADSPN-NOPAE, hemos seguido de cerca los distintos aspectos tratados por el nuevo Gobierno de Navarra, en su Consejería de Salud, en este año y medio que lleva de andadura y queremos ofrecer a la opinión pública nuestra valoración de ello.
Respecto a nuestra siempre defendida Salud Pública y Universal, hemos visto con agrado que, coherentemente con el Programa de cambio, el Gobierno ha manifestado reiteradamente que defiende el autogobierno para seguir garantizando la cobertura sanitaria universal y gratuita a todas las personas que residan en la Comunidad Foral, incluyendo a quienes se encuentran en situación irregular, aferrándose a la ley foral de 2013. No deja de ser, aún con todo, preocupante que el Tribunal constitucional avalase en una sentencia de finales de julio la exclusión del sistema sanitario de las personas “ sin papeles ”, lo cual constituye una espada de Damocles para este colectivo.
En nuestra opinión, hay que incidir mucho más en el Plan de Salud. Como hicimos público en septiembre de 2014, el Plan era demasiado ambicioso, por lo que necesariamente habría que priorizar buscando el que fuese operativo. Valoramos positivamente el que el Gobierno haya creado diversos Comités Técnicos para la protección y promoción de la Salud y prevención de la enfermedad, así como, más recientemente, el Observatorio de la Salud Comunitaria, que persigue -entre otros objetivos- el estudio de las desigualdades en salud. También el que se vayan a poner en marcha medidas específicas en Salud Laboral para hacer cumplir el Plan vigente, priorizando los sectores más vulnerables. Es todavía escaso el tiempo transcurrido para valorar sus resultados.
Es imprescindible la participación profesional y ciudadana en todas las fases del proceso. La asunción de la estrategia de “salud en todas la Políticas ”, como se referencia en el Plan aprobado en septiembre de 2014, necesita de una acción política verdadera y comprometida, que implique no sólo al Departamento de Salud, sino a todos los demás Departamentos y al Parlamento. En fin, se precisa un Plan que racionalice las actuaciones del sistema frente a la estrategia de medicalización de las relaciones sanitarias y de utilización intensiva de los recursos tecnológicos.
Es positivo el aumento en un 5,38% del Presupuesto en Salud, si bien la estructura de distribución del mismo es prácticamente similar a la del año anterior. El considerable aumento en investigación y formación es interesante, aunque precisará que la formación incluya a profesionales sanitarios y no sanitarios y dotarse de un órgano de gestión multidisciplinar con suficiente apoyo administrativo. Es criticable que el porcentaje destinado a Atención Primaria sea la cuarta parte del destinado a la Atención hospitalaria.
También es cuestionable el elevado porcentaje del presupuesto destinado a Farmacia, un 24% y que, aún así, se incremente éste en un 8%. La Oferta Pública de empleo- OPE de 306 plazas resulta a todas luces insuficiente, dados tanto los altos índices de eventualidad, los recortes aplicados o las tasas de jubilación de los últimos años. En ese sentido, sería imprescindible que- tal y como ha solicitado el Ejecutivo- el Gobierno central eliminase las limitaciones impuestas por la tasa de reposición del 10% para poder realizar una OPE extraordinaria que permitiese reducir la eventualidad, adecuándose a la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la UE referida al empleo temporal.
Por otro lado, en nuestra Comunidad se produce un aumento en la necesidad de profesionales para llevar a cabo los Programas establecidos; por ejemplo, para llevar adelante el Decreto de Salud Sexual y reproductiva, hay que tener en cuenta que no se ha creado ninguna plaza de educadora desde el año 2003; o el caso de Salud mental, donde se oferta una sola plaza de psicólogo clínico cuando todas las plazas actuales- excepto una fija en el Centro de Infanto-juvenil -están cubiertas por eventuales. ¿Y la Salud? Luces y sombras del primer año y medio de gobierno. ADSPN-NOPAE. Diciembre de 2016 2 Poco se ha notado el cambio en Atención Primaria, más allá de las consideraciones y declaraciones de intenciones que se han realizado, asegurando que “ se trata del eje del sistema sanitario ”.
El Consejero habló de “ potenciarla siempre y cuando se le pueda dotar de recursos ”. Y esos recursos sólo se han implementado en un 5%. Entre otros problemas, hay altísimos niveles de eventualidad y de trabajo en precario, con las consabidas consecuencias en el nivel de calidad.
Por otra parte, el Plan de Mejora de Atención Primaria no ha sido evaluado. Requiere, entre otros, valorar el desarrollo de la calidad de la Promoción y la Educación para la Salud en Atención Primaria. Aunque se han introducido algunos cambios interesantes en la coordinación con la Atención especializada, como la implantación de las interconsultas no presenciales y la tele-dermatología, los resultados son más bien escasos hasta el momento.
La extensión de la estrategia de crónicos a todo Navarra va a repercutir en una clara mejora en la atención a la población, pero debe tomarse en cuenta la enorme sobrecarga existente en Atención Primaria y ajustar los necesarios ritmos y recursos, afianzando y adecuando plantillas y creando los nuevos perfiles profesionales necesarios.
En lo relativo a las listas de espera, el Gobierno ha realizado interesantes movimientos orientados a mejorar la productividad del sistema sanitario, como por ejemplo abrir los quirófanos de tarde, aumentar también las consultas de tarde, o ampliar el número de mamografías, habiéndose producido una discreta disminución de las mismas. Siendo uno de los problemas más acuciantes y complejos del sistema sanitario, estas medidas concretas deberían complementarse con una educación continuada hacia la ciudadanía sobre los sistemas de utilización de los servicios sanitarios.
Es preocupante el aumento en 6 millones con respecto a 2016 del presupuesto destinado a conciertos sanitarios. Esperamos que sea una medida transitoria, que vaya disminuyendo progresivamente en los años sucesivos. Existe una falta de definición de la Red de Salud mental sobre los objetivos generales que se persiguen. Se dedican más esfuerzos y recursos a niveles de enfermedades graves, en detrimento de los niveles preventivos y de salud socio-comunitaria. No se dan políticas decididas ante el constante aumento del consumo de psicofármacos. Debería hacerse un análisis global sobre la situación de las Urgencias, tanto en Pamplona y Comarca como en las zonas rurales, realizando una Reforma del Plan existente.
El recién aprobado Decreto sobre Salud Sexual y Reproductiva es muy positivo, sobre todo en lo referente a los nuevos conceptos y recursos introducidos. Sin embargo, deberá seguirse de cerca el que se ponga en marcha a la mayor brevedad posible y el que se dé un desarrollo completo, que garantice los derechos de las mujeres y suponga, de hecho, un avance hacia modelos de Salud que luchan contra el estigma y la discriminación.
En lo relativo a Salud laboral es necesario el cambio de modelo, apostando por la integración de las competencias y recursos financieros de los servicios de prevención y las Mutuas en el Sistema Sanitario Público. Es una excelente noticia el que la UPNA vaya a integrarse finalmente en el Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra-IdiSNA, según el preacuerdo alcanzado el día 20 de octubre entre el Gobierno, la UPNA y la UN. De esta forma, la presidencia del idiSNA va a ser pública, garantizando así la dirección y el control públicos del ente, que tiene una financiación pública.
Esperamos que en breve plazo sea firmado el acuerdo definitivo. Se hace evidente la necesidad de un estudio valorativo sobre la idoneidad o no de la implantación de estudios de Medicina en la UPNA, incluyendo posibles fases de implantación y cálculo de costes de la misma. Se constata que apenas se han realizado iniciativas relacionadas con la Participación de profesionales y pacientes, que debe ser establecida a través de mecanismos eficaces en la planificación, control y evaluación de las actividades del sistema, de sus niveles de gestión y de sus centros sanitarios. ¿Y la Salud? Luces y sombras del primer año y medio de gobierno. ADSPN-NOPAE. Diciembre de 2016 3 Llama la atención que la reversión de las cocinas se vaya a dar solo de manera “parcial”, a pesar del acuerdo programático en el que existía el compromiso de reversión total. Se han dado argumentos de ahorro para ello.
Como es conocido, hubo muchas solicitudes tanto de multitud de pacientes como de diversos sindicatos a favor de dicha reversión. Hay que considerar que están en juego la calidad de la atención hacia las personas ingresadas. Ante las razones esgrimidas por parte del gobierno, sería obligado, cuando menos, realizar una evaluación de los diferentes modelos y de la unificación de las cocinas.
El no haber renovado el concierto con la CUN en lo referente a la atención sanitaria a sus trabajadores y trabajadoras ha sido, uno de los grandes aciertos del Gobierno, ya que ha supuesto una medida de equidad y un ahorro de 6,3 millones de euros para atender a 7.128 personas que, en su mayoría, han podido ser absorbidas y atendidas por el Sistema público de Salud, en las mismas condiciones que el resto de la población de Navarra.
Ante los cambios generados en la sociedad y en los Sistemas sanitarios, se precisan cambios en el modelo de Gestión Clínica, pasando de un modelo muy directivo a otro en el que la gestión sea compartida y responsable y que integre a todos los ámbitos sanitarios, poniendo al paciente en el centro del sistema. Sin embargo, antes de plantear un cambio de modelo, es necesario afianzar plantillas y no seguir con la política actual de recortes en personal y en recursos en general.
Lo contrario sería “empezar la casa por el tejado”. Finalmente, sobre los nombramientos en Salud, se valora positivamente la reciente publicación de una Orden Foral en la que se regula el procedimiento provisional para la designación interina de los puestos de Jefatura de servicio y de Sección asistencial en Osasunbidea mediante concurso de méritos y convocatoria pública. Sin embargo, se estima necesario la creación de un grupo de trabajo para elaborar un procedimiento definitivo con el consenso de los sindicatos.
Respecto a nuestra siempre defendida Salud Pública y Universal, hemos visto con agrado que, coherentemente con el Programa de cambio, el Gobierno ha manifestado reiteradamente que defiende el autogobierno para seguir garantizando la cobertura sanitaria universal y gratuita a todas las personas que residan en la Comunidad Foral, incluyendo a quienes se encuentran en situación irregular, aferrándose a la ley foral de 2013. No deja de ser, aún con todo, preocupante que el Tribunal constitucional avalase en una sentencia de finales de julio la exclusión del sistema sanitario de las personas “ sin papeles ”, lo cual constituye una espada de Damocles para este colectivo.
En nuestra opinión, hay que incidir mucho más en el Plan de Salud. Como hicimos público en septiembre de 2014, el Plan era demasiado ambicioso, por lo que necesariamente habría que priorizar buscando el que fuese operativo. Valoramos positivamente el que el Gobierno haya creado diversos Comités Técnicos para la protección y promoción de la Salud y prevención de la enfermedad, así como, más recientemente, el Observatorio de la Salud Comunitaria, que persigue -entre otros objetivos- el estudio de las desigualdades en salud. También el que se vayan a poner en marcha medidas específicas en Salud Laboral para hacer cumplir el Plan vigente, priorizando los sectores más vulnerables. Es todavía escaso el tiempo transcurrido para valorar sus resultados.
Es imprescindible la participación profesional y ciudadana en todas las fases del proceso. La asunción de la estrategia de “salud en todas la Políticas ”, como se referencia en el Plan aprobado en septiembre de 2014, necesita de una acción política verdadera y comprometida, que implique no sólo al Departamento de Salud, sino a todos los demás Departamentos y al Parlamento. En fin, se precisa un Plan que racionalice las actuaciones del sistema frente a la estrategia de medicalización de las relaciones sanitarias y de utilización intensiva de los recursos tecnológicos.
Es positivo el aumento en un 5,38% del Presupuesto en Salud, si bien la estructura de distribución del mismo es prácticamente similar a la del año anterior. El considerable aumento en investigación y formación es interesante, aunque precisará que la formación incluya a profesionales sanitarios y no sanitarios y dotarse de un órgano de gestión multidisciplinar con suficiente apoyo administrativo. Es criticable que el porcentaje destinado a Atención Primaria sea la cuarta parte del destinado a la Atención hospitalaria.
También es cuestionable el elevado porcentaje del presupuesto destinado a Farmacia, un 24% y que, aún así, se incremente éste en un 8%. La Oferta Pública de empleo- OPE de 306 plazas resulta a todas luces insuficiente, dados tanto los altos índices de eventualidad, los recortes aplicados o las tasas de jubilación de los últimos años. En ese sentido, sería imprescindible que- tal y como ha solicitado el Ejecutivo- el Gobierno central eliminase las limitaciones impuestas por la tasa de reposición del 10% para poder realizar una OPE extraordinaria que permitiese reducir la eventualidad, adecuándose a la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la UE referida al empleo temporal.
Por otro lado, en nuestra Comunidad se produce un aumento en la necesidad de profesionales para llevar a cabo los Programas establecidos; por ejemplo, para llevar adelante el Decreto de Salud Sexual y reproductiva, hay que tener en cuenta que no se ha creado ninguna plaza de educadora desde el año 2003; o el caso de Salud mental, donde se oferta una sola plaza de psicólogo clínico cuando todas las plazas actuales- excepto una fija en el Centro de Infanto-juvenil -están cubiertas por eventuales. ¿Y la Salud? Luces y sombras del primer año y medio de gobierno. ADSPN-NOPAE. Diciembre de 2016 2 Poco se ha notado el cambio en Atención Primaria, más allá de las consideraciones y declaraciones de intenciones que se han realizado, asegurando que “ se trata del eje del sistema sanitario ”.
El Consejero habló de “ potenciarla siempre y cuando se le pueda dotar de recursos ”. Y esos recursos sólo se han implementado en un 5%. Entre otros problemas, hay altísimos niveles de eventualidad y de trabajo en precario, con las consabidas consecuencias en el nivel de calidad.
Por otra parte, el Plan de Mejora de Atención Primaria no ha sido evaluado. Requiere, entre otros, valorar el desarrollo de la calidad de la Promoción y la Educación para la Salud en Atención Primaria. Aunque se han introducido algunos cambios interesantes en la coordinación con la Atención especializada, como la implantación de las interconsultas no presenciales y la tele-dermatología, los resultados son más bien escasos hasta el momento.
La extensión de la estrategia de crónicos a todo Navarra va a repercutir en una clara mejora en la atención a la población, pero debe tomarse en cuenta la enorme sobrecarga existente en Atención Primaria y ajustar los necesarios ritmos y recursos, afianzando y adecuando plantillas y creando los nuevos perfiles profesionales necesarios.
En lo relativo a las listas de espera, el Gobierno ha realizado interesantes movimientos orientados a mejorar la productividad del sistema sanitario, como por ejemplo abrir los quirófanos de tarde, aumentar también las consultas de tarde, o ampliar el número de mamografías, habiéndose producido una discreta disminución de las mismas. Siendo uno de los problemas más acuciantes y complejos del sistema sanitario, estas medidas concretas deberían complementarse con una educación continuada hacia la ciudadanía sobre los sistemas de utilización de los servicios sanitarios.
Es preocupante el aumento en 6 millones con respecto a 2016 del presupuesto destinado a conciertos sanitarios. Esperamos que sea una medida transitoria, que vaya disminuyendo progresivamente en los años sucesivos. Existe una falta de definición de la Red de Salud mental sobre los objetivos generales que se persiguen. Se dedican más esfuerzos y recursos a niveles de enfermedades graves, en detrimento de los niveles preventivos y de salud socio-comunitaria. No se dan políticas decididas ante el constante aumento del consumo de psicofármacos. Debería hacerse un análisis global sobre la situación de las Urgencias, tanto en Pamplona y Comarca como en las zonas rurales, realizando una Reforma del Plan existente.
El recién aprobado Decreto sobre Salud Sexual y Reproductiva es muy positivo, sobre todo en lo referente a los nuevos conceptos y recursos introducidos. Sin embargo, deberá seguirse de cerca el que se ponga en marcha a la mayor brevedad posible y el que se dé un desarrollo completo, que garantice los derechos de las mujeres y suponga, de hecho, un avance hacia modelos de Salud que luchan contra el estigma y la discriminación.
En lo relativo a Salud laboral es necesario el cambio de modelo, apostando por la integración de las competencias y recursos financieros de los servicios de prevención y las Mutuas en el Sistema Sanitario Público. Es una excelente noticia el que la UPNA vaya a integrarse finalmente en el Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra-IdiSNA, según el preacuerdo alcanzado el día 20 de octubre entre el Gobierno, la UPNA y la UN. De esta forma, la presidencia del idiSNA va a ser pública, garantizando así la dirección y el control públicos del ente, que tiene una financiación pública.
Esperamos que en breve plazo sea firmado el acuerdo definitivo. Se hace evidente la necesidad de un estudio valorativo sobre la idoneidad o no de la implantación de estudios de Medicina en la UPNA, incluyendo posibles fases de implantación y cálculo de costes de la misma. Se constata que apenas se han realizado iniciativas relacionadas con la Participación de profesionales y pacientes, que debe ser establecida a través de mecanismos eficaces en la planificación, control y evaluación de las actividades del sistema, de sus niveles de gestión y de sus centros sanitarios. ¿Y la Salud? Luces y sombras del primer año y medio de gobierno. ADSPN-NOPAE. Diciembre de 2016 3 Llama la atención que la reversión de las cocinas se vaya a dar solo de manera “parcial”, a pesar del acuerdo programático en el que existía el compromiso de reversión total. Se han dado argumentos de ahorro para ello.
Como es conocido, hubo muchas solicitudes tanto de multitud de pacientes como de diversos sindicatos a favor de dicha reversión. Hay que considerar que están en juego la calidad de la atención hacia las personas ingresadas. Ante las razones esgrimidas por parte del gobierno, sería obligado, cuando menos, realizar una evaluación de los diferentes modelos y de la unificación de las cocinas.
El no haber renovado el concierto con la CUN en lo referente a la atención sanitaria a sus trabajadores y trabajadoras ha sido, uno de los grandes aciertos del Gobierno, ya que ha supuesto una medida de equidad y un ahorro de 6,3 millones de euros para atender a 7.128 personas que, en su mayoría, han podido ser absorbidas y atendidas por el Sistema público de Salud, en las mismas condiciones que el resto de la población de Navarra.
Ante los cambios generados en la sociedad y en los Sistemas sanitarios, se precisan cambios en el modelo de Gestión Clínica, pasando de un modelo muy directivo a otro en el que la gestión sea compartida y responsable y que integre a todos los ámbitos sanitarios, poniendo al paciente en el centro del sistema. Sin embargo, antes de plantear un cambio de modelo, es necesario afianzar plantillas y no seguir con la política actual de recortes en personal y en recursos en general.
Lo contrario sería “empezar la casa por el tejado”. Finalmente, sobre los nombramientos en Salud, se valora positivamente la reciente publicación de una Orden Foral en la que se regula el procedimiento provisional para la designación interina de los puestos de Jefatura de servicio y de Sección asistencial en Osasunbidea mediante concurso de méritos y convocatoria pública. Sin embargo, se estima necesario la creación de un grupo de trabajo para elaborar un procedimiento definitivo con el consenso de los sindicatos.
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