La
Agencia Italiana de Medicinas (AIFA) ha dicho: “No pagaremos más de
4.000 € por tratamiento. Si Uds. no aceptan nuestra oferta pensamos
producir el medicamento nosotros mismos. Cuando se trata de medicamentos
que salvan vidas, los principios éticos deberían prevalecer sobre los
incentivos económicos y los medicamentos deberían considerarse un bien
universal”.
Hay que aplaudir a la Agencia Italiana de Medicamentos (AIFA) por el ultimato que ha dado a Gilead para que reduzca los precios en la renovación de la oferta de Sovaldi y Harvoni para el tratamiento de la hepatitis C, y que proviene tanto de los políticos como de médicos y de pacientes. Nuestra redacción ha contactado a Giulia Grillo, Anna Miotto, Marisa Nicchi, Roberta e Ivan Gardini que han apoyado la acción por AIFA. He aquí sus testimonios.
Giulia Grillo (Moviento 5 Estrellas) ¡Finalmente! Después de dos años de presiones por nuestra parte con preguntas a la comisión y durante el turno de preguntas en el Parlamento algo ha pasado. En este punto, sin embargo, uno se pregunta por qué no se ha dado antes este paso del que estamos hablando hoy. No estamos hablando hoy de lo que hubiera pasado si se hubiera roto la patente. AIFA podría haber tomado la misma decisión el pasado mes de junio. Dicho esto, somos los primeros partidarios de la posición expresada por Melazzini (director general de AIFA), siempre que el precio para el tratamiento sea de 4.000 € brutos, y que de lo contrario se procederá de inmediato a dar el mandato a la planta farmacéutica militar de Florencia para que produzca el medicamento. El objetivo debe entonces ser el comienzo de un plan nacional para la erradicación de la enfermedad.
¡Había tantos mecanismos, la AIFA, por un lado, y el Ministerio de Salud, por otro, que podrían haber recurrido para contener a Gilead! Porque, recordémoslo, en Italia, hemos gastado cerca de 2.000 millones € para el tratamiento de 50.000 pacientes, y esto es ridículo. Es cierto que la AIFA es una agencia independiente, pero el mismo ministro Lorenzin podría hacer mucho más, como investigar el posible uso de la cláusula de emergencia nacional por razones de salud pública, sin embargo, ya se reclamó el pasado octubre en una interrogación en la comisión de ex subsecretario de Salud, Vito de Filippo. Desde este punto de vista, el Ministerio debería haber evaluado desde hace mucho tiempo la posibilidad de recurrir al ADPIC (TRIPs) para sopesar, por un lado, “los alcanzables ahorros y otros riesgos económicos derivados de un eventual recurso por parte de Gilead”.
Anna Margherita Miotto (Partido Democrático): Esta es una iniciativa muy interesante, ahora hace falta seguir a lo largo de este camino que junto a otros hemos auspiciado en una moción aprobada en el Parlamento. Si esta determinación es la justa, incluso los objetivos más ambiciosos se pueden alcanzar. Seguramente la presencia en el mercado de diversos medicamentos eficaces para la hepatitis C podrá jugar un papel importante para obtener costos bajos. Por ello considero justo el precio propuesto por el Director Melazzini, gastar más sería verdaderamente incomprensible. En este momento, y con los precios más bajos, el próximo paso deber ser lanzar finalmente un Plan de erradicación de esta patología.
Marisa Nicchi (Si): “Esta es un buenísima noticia,
fruto de una batalla parlamentaria y una lucha social que llevamos
adelante desde hace un tiempo. Finalmente, si llega a traducirse en
precios realmente más bajos y no es solo un anuncio de parte AIFA, el
derecho a la salud debiera primar por encima de los intereses
económicos. Incluso, digo además, mi esperanza es que este pueda ser el
camino a seguir para todos los medicamentos innovadores de precios
altísimos, y no solo para los de la hepatitis C. En este punto, si se
pudiera conseguir estos precios se debería empezar a hablar de un Plan
para la erradicación de la enfermedad.
Iván Gardini (Organización Italiana de Pacientes con
Hepatitis C): “Esta propuesta de AIFA es un tipo de negociación que me
gusta mucho. Diré además, la habíamos sugerido hace algún tiempo a la
agencia teniendo en cuenta lo que ya ha ocurrido en Australia. Lo que es
‘realmente importante’ de este asunto es pedir a la compañía un buen
precio ofreciendo además, pero dejándolo muy muy claro, el tratamiento
para todos los pacientes, eliminando así las barreras que existen en la
actualidad. De esta manera, se puede dar tratamiento a todos los
pacientes, y, al mismo tiempo, las empresas podrán continuar
beneficiándose por el volumen de ventas.En cuanto al aumento de los centros de tratamiento, creo y espero que esta vez ya exista un acuerdo con las Regiones, ya que entonces serán ellas, y no AIFA, las que tengan que hacer esto posible. En resumen, nosotros animamos al organismo regulador. Dicho esto, nos indignaríamos sólo si, como he dicho, teniendo precios más bajos no se eliminaron todas las barreras existentes para acceder al tratamiento.
Roberta Chersevani (Federación Nacional Organización de Médicos Cirujanos, y Odontólogos): “Acojo con satisfacción la posición del director general Malazzini sobre los precios de los medicamentos para la hepatitis C porque corrige la inequidad al acceso de la atención médica que éticamente es intolerable, viola nuestra Constitución y socaba la relación entre médico y paciente. En Italia hay más de un millón de pacientes crónicos con hepatitis C, 330.000 de ellos ya tienen cirrosis. Traducido por Salud y Fármacos
ENLACE ORIGINAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario